A lo largo del relato, Chapron destila detalles que explican el infierno vivido por Brand entre la guerra psicológica con los aficionados, la intensidad física del partido, las relaciones de poder en el seno del cuerpo arbitral y un número desproporcionado de tarjetas amarillas. Además, Tony Chapron añade: «El penalti del 5-1 no lo era, existe contacto pero Suárez ayuda mucho con la simulación. En un momento así para pitar un penalti tienes que estar muy seguro, sino no lo concedes. Además,no podía ser amarilla, si lo pitas es roja. Aquí se ve que el colegiado estaba sobrepasado por la situación. Es una falta de lucidez».