La llegada de Ramón González es fundamental para la creación de ese estilo que luego se dio en llamar «Escuela coruñesa»: un juego vertical, potente e incisivo, camiseta barcelona buscando siempre la puerta. En ese primer equipo, a Ramón González le correspondería el papel de rompedor. Se cerró la gira en Riazor, con empate y derrota (0-0 y 0-3) ante Nacional de Uruguay, en el que todos sus miembros eran campeones olímpicos, camiseta del barcelona y victoria por 2-1 ante el Real Madrid.